El Ministerio de Industria buscará un nuevo emplazamiento para la planta de operaciones del proyecto Castor, complementaria al almacén de gas en el mar, que la empresa Escal UGS tiene previsto construir a solo 1,5 kilómetros del núcleo urbano de Alcanar (Tarragona), una ubicación que ha despertado una fuerte oposición en la zona. Así se lo comunicó ayer el secretario general de Energía, Ignasi Nieto, a la delegación de representantes de los grupos políticos del Ayuntamiento de Alcanar que se desplazaron a Madrid encabezados por el teniente de alcalde Josep Maria Sancho.

El compromiso, según explicaron los concejales, pasa por buscar un nuevo emplazamiento, a cuatro o cinco kilómetros del actual, y a ser posible en suelo industrial. El portavoz socialista en el ayuntamiento, Ricard Bort, dijo que "se trata de una muy buena noticia" para el municipio. "Nos preocupaba tener que ver una chimenea de esas características desde nuestras calles y el ministerio está decidido a encontrar una ubicación consensuada", añadió.

Sin embargo, para el Gobierno municipal, en manos de ERC, la valoración es muy diferente. El teniente de alcalde, Josep Maria Sancho, considera "insuficiente" el compromiso de desplazar la planta apenas unos kilómetros.

El director de desarrollo de Escal, Teodoro Seoane, admitió ayer que la promotora del proyecto solo se replantearía un cambio de ubicación de la instalación terrestre en caso de que el Ministerio de Industria lo determine. La empresa dispone ya de 8 hectáreas en propiedad de las 18 que precisa para construir la instalación. La inversión prevista es de 925 millones.