El índice de precios de consumo (IPC) chino repuntó en abril hasta el 8,5%, tras haber bajado al 8,3% en marzo, impulsado por el encarecimiento de los alimentos. El objetivo oficial de inflación del Gobierno para el 2008 es del 4,8%. La rúbrica que más ha presionado el indicador al alza ha sido la cesta de la compra, que se encareció el 22,1% en abril. El precio de la carne registró un encarecimiento significativo del 47,9%, especialmente en el caso de la carne de cerdo, cuyo coste aumentó un 68,3%. Pese a que los responsables chinos señalaron la subida internacional de los precios del cereal como la principal responsable del incremento del IPC, lo cierto es que su precio se encareció el 7,4% (seis décimas más que en marzo).

Para ayudar a combatir la inflación, el Banco Popular de China decidió ayer elevar, por cuarta vez, el coeficiente de caja de los bancos. El porcentaje de los depósitos que debe ser retenido por las entidades financieras se ha elevado en medio punto, y ya alcanza el 16,5%.