Aunque resulte paradójico en plena crisis, el año pasado se registraron menos cierres de locales tradicionales de distribución que en el 2007. El fuerte aumento de pequeños comercios regentados por inmigrantes --muchos dedicados a público de su mismo origen-- ha compensado en parte el gran descenso de locales propiedad de españoles.

Según los datos de la consultora Nielsen, el ejercicio pasado se cerró con 35.697 pequeños comercios y supermercados de menos de 100 metros cuadrados, es decir, con 372 menos que en el 2007 y con un descenso del 1%, frente a caídas del 2% hace dos años y del 3% de media en los últimos ejercicios.

"Seguramente los comercios tradicionales de españoles han seguido cayendo el 3%, o más, pero se ha compensado con la apertura de comercios étnicos. Por ejemplo, una panadería regentada por un español que se jubila y la toma un inmigrante que la convierte en una tienda de alimentación", dice José Ramón Díaz, autor del estudio.

DROGUERIAS Y PERFUMERIAS La prueba del peso de los extranjeros es que los locales de droguería y perfumería, en los que este colectivo no tiene casi presencia, sí han experimentado una fuerte caída del 11%, hasta los 9.058 comercios, 1.073 menos que 12 meses antes. Con todo, las grandes superficies siguen comiéndoles el terreno, tanto en este segmento (5.335, el 3% más) como en la alimentación (15.962, el 2% más).

El estudio también revela que los hogares españoles gastaron 66.700 millones de euros en productos de consumo básico en el 2008, el 4,6% más que en el ejercicio anterior. Se trata de la menor subida desde el 2000 y se debe principalmente al aumento de los precios. Solo una décima del alza responde al incremento del número de ventas. En este aspecto, los productos de droguería cayeron el 1,3%, los alimentos frescos no registraron variación, y los envasados crecieron el 0,4%.