El Gobierno ha reducido en un 10% las infraestructuras eléctricas que deberán construirse en España hasta el 2011. Esta revisión, incluida en el plan de planificación energética 2002-2011, se fundamenta en los efectos de diversas actuaciones, que llevan a una previsión de crecimiento de la demanda menor. Parte del presupuesto previsto para nuevas instalaciones servirá para impulsar las existentes. Esta previsión implica un aumento de la capacidad e innovaciones en los sistemas de red, como las líneas de alta tensión o las subestaciones eléctricas. El Gobierno tiene previsto potenciar también las interconexiones con Francia, Marruecos y Portugal.