El iPhone de Apple arrancó ayer su carrera en Europa con la llegada a las tiendas de Gran Bretaña y Alemania, pero sin las espectaculares colas que provocó en su estreno en EEUU, donde se convirtió en un auténtico fenómeno social. Pese a ello, cientos de fans se apresuraron a pedir su turno antes de la apertura de las principales tiendas de Apple y las operadoras para ser los primeros en contratarlo.

En Francia, Orange lo sacará a finales de mes, y en España, Telefónica tiene previsto su estreno en la próxima primavera o cuando Apple disponga de una versión superior del teléfono, que incluya al menos una conexión de tercera generación (3G), que lo haga más veloz.

El problema para la operadora es que el móvil de Apple, que basa su atractivo, además de en la pantalla multitáctil, en la conexión permanente a internet tanto por red telefónica como inalámbrica, utiliza una red de telefonía EDGE, más lenta que las redes UMTS o HSDPA que promueve la operadora para sus descargas de música, vídeo y páginas web. Según fuentes de la operadora, no tendría sentido lanzar un terminal en España que fuera lento en la descarga de datos, porque aquí las redes inalámbricas no son tan abundantes como en EEUU.

Pero hay otra cuestión que no explicitan y es cómo queda la descarga de música y el reparto de ingresos. En Apple sostienen que la telefonía y la música son negocios diferentes que requieren tratamiento aparte, pero en Telefónica, como en otras operadoras, la música en el móvil es un negocio muy lucrativo. Un tema para el móvil desde Emoción cuesta 1,5 euros. De ahí que un terminal que puede descargar temas directamente del ordenador o por wi-fi a 0,99 euros o 1,25 euros la canción, sea una incomodidad que habrá que repercutir en los usuarios. A ello se une el hecho de que Apple --que no permite subvencionar el terminal-- participa de los ingresos por el uso que realizan los clientes, lo que ha cambiado el modelo de negocio tradicional de las operadoras, que cobran por contenidos.

Contratos más caros

El iPhone europeo llega también con planes de precios más caros que en EEUU y con más protecciones para evitar que sea liberado de la operadora que lo tiene en exclusiva, ya que ahora hay que activarlo desde la tienda iTunes del ordenador, lo que exige dar los datos de la tarjeta de crédito. También presenta algunas variaciones respecto a la versión que se estrenó en EEUU. Para empezar, existe solo el modelo de 8 gigas de capacidad.

En precios, mientras que la estadounidense AT&T, que lo tiene en exclusiva, ofrece 450 minutos de día, 5.000 de noche y 200 mensajes de texto por 59,99 dólares (40,85 euros) al mes durante al menos dos años, la alemana T-Mobile pide 49 euros por 100 minutos de voz y 40 mensajes por dos años. Y en Gran Bretaña, 200 minutos y 200 mensajes salen por 35 libras (49,97 euros) en 18 meses, impuestos aparte.