Los llamados autónomos dependientes --profesionales cuyos ingresos dependen totalmente o en su mayoría de un solo cliente-- tendrán un mejor trato fiscal en la reforma del impuesto sobre la renta que ha puesto en marcha el Gobierno socialista. En su declaración del IRPF, los autónomos dependientes tendrán la misma deducción que se aplican los asalariados que, en el nuevo impuesto, oscilará entre 4.000 euros (para rendimientos hasta 9.000 euros al año) y 2.600 (para rendimientos superiores a 13.000 euros). Esta nueva medida, junto al nuevo impuesto, entrará en vigor en el 2007 y se notará por primera vez en las declaraciones del 2008.

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, ha situado esta medida dentro del objetivo general de la reforma del IRPF de mejorar la fiscalidad de las rentas del trabajo. Con la nueva ley no pagarán impuestos los trabajadores y los autónomos dependientes con ingresos netos inferiores a 9.000 euros al año (resultado de sumar la reducción de 4.000 euros al nuevo mínimo personal de 5.050), o inferiores a 10.800 si tienen un hijo.

UNA FIGURA FRECUENTE Los autónomos dependientes son una figura a caballo entre el trabajador por cuenta propia y el asalariado. No tienen relación laboral con ningún empleador. Sin embargo, trabajan de forma continuada para una sola empresa, de quien depende la totalidad o gran parte de sus ingresos, y no tienen ningún trabajador a cargo. Se trata de una figura cada vez más habitual, ligada a la creciente práctica de las empresas de subcontratar servicios. De los casi 3 millones de autónomos en España, cerca de 400.000 son dependientes. Son habituales en actividades como transporte, editoriales, traducción, periodismo o diseño gráfico.

Según el anteproyecto de ley de reforma del IRPF aprobado el viernes por el Consejo de Ministros, los requisitos para que un autónomo pueda acceder a la reducción por rentas del trabajo se establecerán reglamentariamente. No obstante, se anticipa que el autónomo deberá tributar en régimen de estimación directa (no en módulos) y al menos el 70% de sus ingresos deberán estar sujetos a retención a cuenta.

Para el conjunto de los autónomos, el régimen de módulos no varía en el nuevo IRPF. Podrán aplicarlo si el conjunto de sus actividades no supera los 450.000 euros anuales, el mismo límite que ahora. Sin embargo, el anteproyecto sí incorpora una novedad para el caso concreto de los taxistas en régimen de módulos. Estos no tributarán por la transmisión de su licencia de taxista "en los casos de fallecimiento, incapacidad permanente, jubilación, cese de actividad por reestructuración del sector y transmisión a familiares hasta el segundo grado".

´HIPOTECAS INVERSAS´ El anteproyecto de ley del IRPF introduce bonificaciones fiscales para los productos financieros ligados a la dependencia, que quedan asimilados a los planes de pensiones. Además, se establece que las personas mayores de 65 años, o las que se encuentren en situación de gran dependencia, no pagarán impuestos por las rentas que obtengan de las entidades financieras a cuenta de su vivienda en propiedad, en forma de renta vitalicia. Es lo que se llama hipoteca inversa .

Con el objetivo de favorecer la percepción de rentas vitalicias, el anteproyecto del IRPF crea la figura de los "planes individuales de ahorro sistemático". Se podrá aportar hasta 8.000 euros al año a seguros de vida o a fondos de inversión y no se podrán acumular más de 240.000 euros.