Parafraseando el poema de Mario Benedetti que musicó Serrat, se puede asegurar que el IVA existe, como sucede con el Sur de esos versos. Y hay pocas y regladas excepciones en los que no se aplique este gravamen. No hay producto de consumo, o no debería haberlo, que se libre de esta carga cuyo tipo general es del 21% y con gravámenes reducido y superreducido del 10% y el 4%, mediante el que este año se prevé recaudar más de 67.000 millones. Es el segundo tributo que más ingresa tras el IRPF. Por eso el Congreso apoyó una inciativa del PNV para prohibir las campañas que ofrecen productos «sin IVA».

La inicativa pretende acabar con estas campañas que «o defraudan a Hacienda o hacen publicidad engañosa». Las votaciones oficiales de esta proposición no de ley se llevaron a cabo ayer, pero en el debate del martes, una mayoría de los grupos se mostraron favorables a este tipo de medidas de protección del usuario.

El portavoz del PNV, Joseba Agirretxea, destacó que su organización observa «con preocupación las estrategias comerciales que favorecen una percepción distorsionada sobre el pago del IVA», como son los eslóganes Día sin IVA, Semana sin IVA o No pagues IVA.

Estas campañas «no resultan un buen ejemplo para incentivar el cumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de la ciudadanía». «Una de dos: o es publicidad engañosa o fraude», resumió. Y es que, digan lo que digan los eslóganes para atraer a los compradores, «cada compra realizada en los establecimientos que hacen estas campañas está sujeta al IVA», dijo Agirretxea.

La propuesta apunta a modificar las leyes general de publicidad y de competencia desleal «para la mejora de la protección de los consumidores y usuarios». El PNV afirma que estas estrategias no solo tienen un efecto pernicioso que pueden vulnerar las normas sobre publicidad engañosa y, a la vez, un principio fundamental en el comercio de bienes de consumo: «el precio final debería ser completo e incluir también los impuestos».