La economía japonesa registró un crecimiento cero durante el primer trimestre del año, en un estancamiento que añade presiones deflacionarias y dificulta la tenue recuperación. En un informe provisional, el Gobierno indicó ayer que el PIB del país avanzó un 0,006%, cifra que no sorprendió. El estancamiento se centró en la caída de las exportaciones (-0,5%), que presionaron a la economía a la baja. Los datos estuvieron precedidos de dos trimestres de crecimiento lento que habían hecho albergar la esperanza de que la grave crisis nipona estaba a punto de remitir.