Edesa Industrial (antigua Fagor), que presentó concurso de acreedores en octubre del 2017, ha alcanzado un acuerdo con los bancos acreedores mediante el que estos aceptan una quita del 90% de la deuda de la compañía (104 millones de euros), mientras que el 10% restante será pagado en 10 años. Esta es la proposición que figura en la propuesta de convenio de acreedores, que ha sido aceptada por el Juzgado Mercantil número 1 de San Sebastián. El convenio implica un plan de refinanciación de la compañía por valor de 55 millones de euros que la compañía espera tener firmado a mediados de junio.

El convenio ha sido aceptado por los bancos acreedores (Santander, CaixaBank, Sabadell y Bankia) que fían la refinanciación de la compañía a un nuevo plan de viabilidad que implica el mantenimiento de la producción industiral en las actividades de encimeras de vitrocerámica e inducción, que se comercializarán exclusivamente en el mercado español. El plan incluye la generación adicional de ingresos por royalties vinculados a la marca Endesa, la venta de activos productivos que no son necesarios para la actividad principal y el ajuste de gastos operativos, especialmente el de personal.

La compañía presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) para 143 empleados, que finalmente se ha saldado con la baja de 123 trabajadores. La compañía reestructurada contarán con una plantilla de 18 empleados. Asimismo espera que el concruso pueda levantarse en las próximas semanas, a mediados de julio, como muy tarde.

LA CLAVE DE LA REFINANCIACIÓN

La clave de la continuidad de la compañía está ahora en el plan de refinanciación, que incluye amortizaciones de los diferentes tramos de los préstamos entre el 2021 y el 2022. El tramo más importante de esa refinanciación son 33 millones de euros que corresponden a créditos con garantías de Cata, la sociedad catalana integrada en el Gupo CNA, propiedad de Josep Perladé, que se adjudicó la empresa vasca en una subasta judicial realizada en el 2014. Perladé llegó a anunicar la salida a bolsa de Fagor, aunque, por el contrario, acabó de nuevo en los juzgados.