Un juez de un tribunal federal de Manhattan falló que Bernard Madoff (el autoinculpado cerebro de una estafa de unos 50.000 millones de dólares, unos 37.670 millones de euros) puede ser obligado por sus víctimas a declararse personalmente en bancarrota. El fallo abre la puerta a que los damnificados exijan que el inversor responda con sus bienes personales no vinculados a su empresa (que se valoran en unos 758 millones de euros) a las indemnizaciones.

La decisión del juez va en contra de lo defendido por los fiscales de la Comisión del Mercado de Valores de EEUU y de los administradores de la empresa de Madoff, que consideran que un proceso de bancarrota es más costoso y acabará retrasando el cobro de las indemnizaciones.

Vinculado con este caso, The Wall Street Journal publicó que las autoridades y los abogados de las víctimas quieren recuperar las comisiones que entidades como el Banco Santander cobraron por canalizar el dinero de inversores hacia la firma de Madoff. Se calcula que el monto en comisiones asciende a casi 600 millones. Según el diario, el Santander por ejemplo ganó unos 72 millones de euros en este concepto entre el 2006 y el 2007.