La junta de accionistas de La Seda de Barcelona aprobó ayer abrir una acción social de responsabilidad contra su expresidente Rafael Español por una serie de operaciones presuntamente irregulares por las que la nueva junta de la empresa ha tenido que provisionar 84 millones de euros. Español, que no tuvo ocasión de defender su gestión, puesto que no acudió a la junta, a pesar de que entonces aún era consejero, llevó a cabo la expansión del grupo químico con compras de otras sociedades en diferentes países.

La crispada junta tomó la decisión de exigir responsabilidades tras cinco horas de reunión a puerta cerrada. El nuevo presidente, José Luis Morlanes, prometió transparencia en la nueva etapa y justificó el veto a los medios de comunicación "por el bien de los accionistas".

Además, la junta decidió, con la aprobación del 90% de los accionistas, emprender acciones contra Español, que pueden derivar en demandas civiles por un préstamo presuntamente ficticio a Jatroil y supuestas ventas de PET. Y aprobó el cese de Español como consejero de La Seda.

PERDIDAS DE 565 MILLONES La junta aprobó las cuentas del 2008, que incluyen pérdidas de 565 millones de euros y una deuda de 800 millones, sobre un volumen de facturación de 1.500 millones. Morlanes dijo que "es el momento de mirar hacia el futuro".

Medio centenar de trabajadores se manifestaron ayer frente al hotel de El Prat de Llobregat (Barcelona) donde se reunió la junta. La Seda planea un recorte de 300 empleados este año y 300 más los dos próximos ejercicios.