El Fondo Monetario Internacional (FMI) no se ha hecho de izquierdas, pero lleva tiempo alertando del peligro que supone para la cohesión social y el progreso económico la abismal desigualdad económica que impera en muchos países del mundo. Sus analistas afirmaron el miércoles que un incremento “significativo” de los impuestos para los más ricos serviría para reducir la brecha económica sin que por ello se resienta el crecimiento. Una idea que su directora gerente, Christine Lagarde, ha matizado este jueves durante la conferencia de prensa que ha ofrecido en Washington, donde el FMI celebra su Asamblea de Otoño. Lagarde ha asegurado que la mejor manera para reducir la desigualdad pasa por equiparar las condiciones laborales de hombres y mujeres.

“La forma más eficiente para reducir las desigualdades pasaría por cerrar verdaderamente la brecha de género entre hombres y mujeres. No hay ninguna discusión al respecto”, ha dicho la ex ministra de Finanzas francesa. “Ya sea en el acceso al mercado laboral, como en el acceso al crédito o en la igualdad de salarios, contribuiría enormemente a reducir las disparidades. Y es extensible a cualquier lugar del mundo”. Lagarde no ha querido pronunciarse sobre la conveniencia de subir el tramo más alto, que en los países de la OCDE ha pasado de estar en el 62% en 1981 al 35% actualmente. Pero sí ha dicho que de hacerlo no se perjudicaría al crecimiento.

RECUPERACIÓN INCOMPLETA

Durante su comparecencia ante los medios, la jefa del FMI ha insistido en que la economía global ha mejorado en los últimos meses, como demuestra la revisión al alza de las previsiones de crecimiento para Estados Unidos, la eurozona, China o Japón. Y ha citado a la poetisa Percey Shelley para afirmar que se observa “un cierto grado de armonía”. Pero también ha subrayado que las nuevas circunstancias deberían aprovecharse para avanzar en las reformas porque “la recuperación no está completa”.

Lagarde ha advertido que las crecientes tensiones políticas, los cambios tecnológicos o el proteccionismo podrían frenar la recuperación. “El repunte del comercio que estamos observando es bueno para el crecimiento y tenemos que asegurarnos de que continúa”. Lagarde no ha hecho ningún comentario sobre la situación en Cataluña o los costes potenciales que el desafío independentista podría tener para la economía española, un tema que ha pasado hasta ahora muy de puntillas en las declaraciones de los funcionarios del Fondo.

CONTRA LA COMPLACENCIA

El repunte global del crecimiento está siendo impulsado por el consumo, la inversión y el comercio, según la lectura de su directora gerente. “No es momento para la complacencia, es momento para tomar decisiones que permitan a más gente y más países beneficiarse de la recuperación”, ha asegurado Lagarde. Las reuniones bianuales del FMI reúnen cada año a los ministros de Finanzas y banqueros centrales de todo el mundo. El ministro español, Luis de Guindos, asistirá a la reunión ministerial del G-20 y el viernes atenderá a la prensa para dar cuenta de sus encuentros de estos días con inversores y representantes de agencias de calificación de riesgos.