El Congreso de los Diputados aprobó ayer --con los votos de PSOE, ERC y CC y el rechazo de CiU y PP-- el proyecto de ley de horarios comerciales, tras incluir nuevas restricciones. Las comunidades autónomas podrán limitar la libertad de apertura de los pequeños establecimientos de hasta 150 metros cuadrados, que se dediquen a la venta de productos de "alimentación y de consumo cotidiano".

En la regulación vigente se permite la libertad de apertura para todas aquellas tiendas de hasta 300 metros cuadrados, con la única condición de que no pertenezcan a grandes empresas o cadenas de distribución. Este principio se mantiene en la futura ley, que entrará en vigor el 1 de enero, pero se añade la facultad de las comunidades autónomas de poder reducir de 300 a 150 metros el límite máximo.

EL TRAMITE La enmienda introducida ayer es fruto de un acuerdo entre PSOE, ERC e ICV y contó con el rechazo frontal del PP, cuyo portavoz la juzgó "absolutamente inadecuada a los intereses de las empresas y los consumidores y de la economía".

La Comisión de Industria dictaminó ayer el proyecto de ley con competencia legislativa plena, lo que supone que el texto ha sido remitido al Senado. El documento rebaja de 12 a 8 el número mínimo de aperturas en domingos y festivos. Establece que la apertura en festivos no podrá ser inferior a 12 horas y fija, en general, en 72 horas la apertura semanal mínima.

La ley mantiene la libertad de horarios para las tiendas "dedicadas principalmente" a la venta de pastelería, pan, platos preparados, prensa, combustibles y flores, así como para las denominadas tiendas de conveniencia o las instaladas en puntos fronterizos, en estaciones de transporte y en zonas turísticas.

Las autonomías podrán dictar normas para que los ayuntamientos cierren "de manera singularizada" tiendas que vendan bebidas alcohólicas.