El expresidente del Gobierno español Felipe González, el exprimer ministro francés Lionel Jospin y su homólogo portugués António Guterres, abogaron ayer en el Fórum de Barcelona por la reforma de las instituciones financieras internacionales y su coordinación, para conseguir una nueva gobernabilidad en el planeta que entierre los paradigmas neoliberales en favor de un crecimiento económico con una mayor atención social. Los exlíderes socialistas defendieron que cada país aplique las políticas que consideren adecuadas para su desarrollo, partiendo de la base de que no existe una "receta única".

Los exmandatarios socialistas participaron, junto con economistas y personalidades, en un diálogo del Fórum dedicado al Consenso de Washington. El acto estaba planteado como un debate, aunque se convirtió en una serie de monólogos con ideas comunes, sin posibilidad de contraste entre ellas y donde no se ahorraron críticas a la política económica de EEUU.

CRITICAS A LA UE González aseguró que "la buena noticia es que hay una masa crítica de pensamiento alternativo y que algunos de sus actores son los mismos que participaron en el Consenso de Washington, en referencia a la Agenda de Barcelona : nueva propuesta de fomento del desarrollo, consensuado el día anterior por insignes economistas como el Nobel Joseph Stiglitz o Paul Krugman. El expresidente español fue crítico con el papel de la UE. "En la globalización no somos importantes, teníamos razón en la guerra de Irak, pero de qué nos sirve si no podemos compensar la sinrazón", dijo.

A pesar de declararse partidario de votar "masivamente a favor de la Constitución Europea", González destacó que "el gran problema" del texto es que no se ha definido "qué poder queremos como europeos para ser relevantes en la globalización". Ello comportará que se sigan "pagando los destrozos de los otros sin poder influir".

González exigió un mayor peso de una Europa unida y fuerte que consiga tener más protagonismo en los conflictos y en la comunidad internacional, para poder hacer frente al unilateralismo de EEUU. Destacó el "fracaso" del modelo económico actual, que comporta graves "consecuencias sociales".

El exprimer ministro francés Lionel Jospin, arremetió contra el Consenso de Washington al que, en su opinión, le falta consenso y le sobra "dogmatismo y filosofía". "No podemos avanzar hacia una nueva gobernanza sin cambiarla completamente, tanto en fondo como en forma".

También pidió un pacto entre países ricos y pobres en el que se respete la soberanía de los segundos para "elegir los medios que crean convenientes" para su desarrollo.

Jospin reclamó la reforma de las instituciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), y la creación de un organismo para el medio ambiente. "Si no, será la ley de la selva", advirtió.

CANCELACION DE LA DEUDA Guterres abogó por crear un consejo para el desarrollo sostenible y los derechos humanos y una agencia para la inmigración, y defendió la remodelación de la Organización Internacional del Trabajo. Propuso cancelar la deuda de países en desarrollo para ayudarlos a salir del "círculo vicioso de pobreza y exclusión".

El exministro griego de Educación, Gerasimos Arsenis, denunció que no hay "un verdadero liderazgo político que tome la iniciativa". "Dependerá de la UE el que algo cambie", agregó.