El gasóleo, el carburante consumido por tres de cada cuatro vehículos en España, es hoy un 22% más caro que hace un año, al iniciar las vacaciones del 2004. Llenar el depósito de un automóvil con motor diésel costaba a finales de julio del año pasado 38,05 euros (6.331 pesetas). En la actualidad, la misma operación en el depósito del mismo vehículo asciende a 46,45 euros (7.728 pesetas). Sin embargo, en algunas gasolineras, como la mayoría de las ubicadas en las autopistas, el precio por litro era ayer hasta cuatro céntimos (6,6 pesetas) más caro que la media.

En la gasolina de 95 octanos, el alza acumulada es menor, del 12,3%. De los 45 euros que costaba llenar un depósito a finales de julio del 2004, se ha pasado a 50,55, siempre según los precios medios. La constante subida del petróleo ha influido en el encarecimiento de los precios. El barril de petróleo Brent vale hoy casi el doble que hace un año. Este incremento y su posterior repercusión en los mercados mayoristas de productos refinados se dejarán sentir en los precios que pagan los consumidores, según los analistas.

CONSUMO REGULAR Además, en las comunidades con recargo en los carburantes para financiar la sanidad (Madrid, Cataluña, Asturias y Galicia), la subida es mayor, ya que los precios son unos dos céntimos más altos que la media.

Pero, a diferencia de lo que sucede con otros productos, el aumento sostenido de los precios no había frenado el consumo, al menos hasta el primer cuatrimestre del año. Es, en este sentido, una demanda prácticamente insensible a los aumentos de precio, según fuentes del Ministerio de Industria. La demanda global de productos petrolíferos durante los primeros cuatro meses de este año fue de 31,3 millones de toneladas, con una tasa de crecimiento del 4,2% respecto del mismo periodo del año anterior, según el ministerio.

AUMENTAR LA IMPOSICION El hecho de que la demanda de carburantes haya sido hasta ahora poco sensible a las subidas de precios hace que varias autoridades autonómicas preparen nuevos recargos o subidas de la tributación de este producto, según fuentes del Gobierno. Algunas de las propuestas están ligadas a la fiscalidad medioambiental.

España es de los países de la Unión Europea con los precios de los carburantes más bajos, lo que, al entender de los partidarios de nuevos tributos verdes da margen suficiente de subida. En el Reino Unido, la gasolina cuesta casi 1,3 euros (216 pesetas) el litro y el gasóleo, 1,34 (223 pesetas); en Alemania, 1,26 y 1,1, respectivamente; y en Francia, 1,20 y 1,06. La media de los 25 países de la UE es de 1,20 euros para la gasolina y de 1,070 para el gasóleo. Los precios en España están un 20% por debajo de la media para las gasolinas y un 15% para el gasóleo.