El momento en que Bernard Madoff se encontrará cara a cara con algunas de sus víctimas parece ya inminente. Según todos los indicios, el financiero acusado del mayor fraude de la historia de Wall Street, un esquema Ponzi en el que se han desvanecido hasta 40.000 millones de euros, está negociando un acuerdo para declararse culpable. El momento de esa declaración, ante sus víctimas, podría ser el próximo jueves.

La fiscalía presentó el viernes documentos que anuncian que Madoff, de 70 años, está listo para renunciar a su derecho a someterse a un gran jurado, un paso que suele indicar el acuerdo para aceptar la culpabilidad.

Los cargos podrían incluir acusaciones adicionales a la de fraude, el único cargo formal --penado con hasta 20 años de cárcel-- al que actualmente se enfrenta Madoff, que fue detenido el 11 de diciembre. Desde entonces el financiero ha permanecido, no sin polémica, en arresto domiciliario en su ático de lujo en Manhattan. Ha insistido también en que actuó en solitario y en los últimos días ha intentado salvar parte de los bienes de la familia, alegando que están a nombre de su esposa y no están relacionados con el fraude.

La presentación de los documentos legales, el viernes, puso en marcha un proceso en el que las víctimas tienen derecho a ser oídas. Y la cita donde Madoff podría encontrarse con sus antiguos clientes está fijada para el jueves en el Tribunal de Distrito de Manhattan. El juez asignado al caso, Denny Chin, ha dado de plazo hasta el miércoles a los afectados para solicitar participar en la vista.