El arco del Mediterráneo dejó de ser en el 2002 el claro motor de la economía española. El fuerte empuje de Madrid convirtió a la zona centro (Madrid, las dos Castillas y Extremadura) en la de mayor crecimiento del 2002, con un avance del 2,4%, por encima de la media española, que Funcas, la fundación de las cajas de ahorros, cifra en el 2,19%.

El director de Funcas, Victorio Valle, presentó ayer el tradicional informe sobre distribución regional del producto interior bruto (PIB) en España, que elabora el economista Julio Alcaide. La economía de Madrid creció el 2,65%; la de Cataluña, el 2,32%.

El clásico eje geográfico de crecimiento español, el integrado por las autonomías del Mediterráneo (Cataluña, Valencia, Murcia y Andalucía) --sin incluir a Baleares-- creció el 2,3%, una décima menos que la zona centro. Según José Villaverde --autor de la parte del informe de que analiza los grandes ejes económicos españoles--, el llamado arco mediterráneo acusó en mayor medida la desaceleración mundial, por ser una economía mucho más abierta al exterior.

LA PEOR EVOLUCION

"La razón de la peor evolución no está en la diferente estructura productiva, sino en su apertura", explica Villaverde. En su opinión,

"en el corto plazo volveremos a ver al eje mediterráneo por delante". Esta zona supone el 44,7% de la economía española. La zona centro, el 28%.

La economía del valle medio del Ebro (Aragón, La Rioja y Navarra) creció el 2,1% y la de la Cornisa Cantábrica (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco), el 1,8%. La peor evolución fue la de los archipiélagos, que apenas avanzaron el 1,2% por el mal año turístico. Destaca el pésimo resultado de Baleares, cuya economía sólo creció el 0,24%, víctima "del monocultivo del turismo alemán y de la fuerte crisis germana", según Julio Alcaide.

Además, Murcia, Navarra y Madrid fueron las autonomías con un mayor crecimiento en el 2002.