Apesar de la campaña desatada en medios de comunicación e instancias políticas madrileñas contra La Caixa tras la presentación de la OPA de su filial Gas Natural sobre Endesa en septiembre del año pasado, fue en la comunidad autónoma de la capital española donde la caja de ahorros aumentó más su negocio en el 2005.

El número de clientes aumentó en 94.213 personas en la comunidad de Madrid --70.000 en la capital--, el mayor incremento después de Cataluña (98.222). El volumen de negocio creció un 28,7%, frente al 11,1% catalán y al 25,3% de la zona sur, que es su otro gran polo de expansión, según la cuenta de resultados anuales presentada ayer por Ricard Fornesa e Isidre Fainé, presidente y director general de la entidad, respectivamente. La autonomía madrileña concentra el 15% de su red (Cataluña, el 36%), mientras que la capital tiene el 9%.

ESFUERZO ADICIONAL El presidente de La Caixa reconoció que el último trimestre del año fue problemático porque hubo quien quiso centrar en la entidad una campaña contra la OPA de Gas Natural. "La campaña se ha notado sobre todo en el esfuerzo que hemos tenido que hacer. Hemos contestado con trabajo y con la verdad; normalmente, con estas dos cosas te puedes defender", dijo Fainé. Ambos directivos se quejaron del trato que en ocasiones ha recibido La Caixa desde ciertos medios de comunicación a raíz de la OPA.

El ejercicio se cerró con unos resultados de 1.495 millones de euros (248.747 millones de pesetas), el 83,1% más que en el 2004. No obstante, y por primera vez, la caja ha querido hacer una distinción entre el beneficio total ya citado, y el recurrente, que fue de 1.210 millones, con un aumento del 20,1%. En el primero de ellos se incluyen las plusvalías obtenidas con la venta de algunas participaciones industriales, mientras que el segundo responde estrictamente al negocio bancario. La caja destinará el 25% (303 millones) de las ganancias recurrentes a la obra social. Fornesa explicó que los ingresos por plusvalías se destinarán a reinversión, por lo que no cuentan a la hora de establecer el dividendo social.

"COMISIONES REDUCIDAS" Preguntado sobre la posibilidad de rebajar las comisiones que se cobran a los clientes, como ha anunciado el SCH, Fainé respondió que considera "lógico que quieran imitarnos". Tras recordar que La Caixa cubre el 54% de sus gastos con el cobro de los servicios, "mientras que otras entidades llegan a superar el 100%", subrayó que la entidad "aplica comisiones reducidas y tarifas planas a los clientes".

Fornesa dijo desconocer en qué términos exactos ha quedado el título del Estatuto catalán que se refiere a las cajas, si bien confirmó que la competencia de supervisión de estas entidades seguirá siendo estatal, como ha defendido la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Y anunció su apoyo al presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, para las elecciones de la patronal. Quintás era director general de la CECA cuando la presidía Manuel Pizarro, actual presidente de Endesa y que entonces presidía Ibercaja. Pizarro le apoyó para que le relevara cuando fue designado presidente de la eléctrica.

Sobre los planes de futuro, Fornesa reafirmó su estrategia de reducir las inversiones empresariales. "No creceremos en ámbitos no financieros. Habrá desinversión", sentenció. Las inversiones fuera del negocio típico se restringirán a "servicios públicos e infraestructuras".