Los analistas andan obsesionados con que la bolsa española mantenga el nivel psicológico de los 14.800 puntos. Este objetivo se consiguió ayer a pesar de que fue una jornada de recogida de beneficios, similar a la que sufrieron la mayoría de las plazas europeas, después del alza del pasado viernes. El Ibex 35 bajó solo el 0,56% y se quedó rozando este límite, concretamente en los 14.809 enteros.

La jornada de fiesta que vivió buena parte de EEUU y, por tanto, la ausencia de datos económicos de esa parte del Atlántico, tiñó de tranquilidad --quizá de aburrimiento-- la jornada de ayer.

Se celebraba el Día de Colón y, aunque abría la bolsa de Nueva York, el mercado de deuda permanecía cerrado.

Desde el inicio se sabía que iba a ser un día de pérdidas. Wall Street abrió a la baja y todos los grandes valores comenzaron desde el inicio a devaluarse con excepción de Iberdrola que, al final, repitió cotización al dividir por cuatro el nominal de sus títulos.

La mayor caída la protagonizó Inmobiliaria Colonial, con un descenso del 2,98%, aunque también Iberia, Ferrovial, ACS, FCC, Gas Natural, Inditex y Sacyr Vallehermoso. En general, las constructoras cayeron en torno al 1,5%.

En el sector bancario, solo el Banc Sabadell se libró, aunque terminó en tablas. El resto de las entidades perdieron valor, sobre todo el Banco Popular, que descendió el 1,28%.

En este río revuelto, también hubo ganancias. Dentro del Ibex 35 destacó Acciona y Gamesa, que lograron avances moderados. Otra cosa fue Vueling, que se revalorizó por segunda jornada consecutiva, ayer ganó un 11%. También Sniace o Ercros cerraron al alza.

La bolsa española no fue ayer una excepción en esta tónica de tedio y recogida de beneficios. De hecho, y a pesar de haber comenzado las sesiones al alza, Londres terminó con una bajada del 0,83%, seguida de Fráncfort y París, que se dejaron el 0,35% y el 0,24%, respectivamente.