El Salón del Automóvil de Barcelona se convirtió ayer en un clamor de todas las marcas a favor de un plan Prever que suavice una caída de las ventas del 43% este año. Los directivos mostraron su confianza en que la nueva ministra de Economía, Elena Salgado, sea más receptiva que su antecesor, Pedro Solbes, y algunos plantean una medida mixta con una ayuda pública y una aportación de las marcas.

Esa es la solución que ha adoptado el Reino Unido, que ofrece 2.235 euros que aportan a medias el Estado y la industria a los que cambien el coche viejo por uno nuevo. El presidente de Renault España, Jean-Pierre Laurent, transmitió ayer al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que "todo el sector pide a gritos un Prever" como el que han puesto en marcha otros países europeos. Laurent dejó claro que si el Gobierno aprueba una ayuda para dinamizar el mercado, "Renault también hará una aportación" similar a la que hace en Francia.

Precisamente, Renault ha sido la primera marca en dar por su cuenta una ayuda de 1.000 euros a los compradores que entreguen un coche de más de 10 años, una iniciativa que ha sido seguida, de momento, por Peugeot. El presidente de Seat, Erich Schmitt, no cerró la puerta a un Prever mixto e invitó al Gobierno a comparar la fuerte caída de las matriculaciones en España en el periodo entre febrero y abril (44%) con el alza del 27% en Alemania gracias a la ayuda de 2.500 euros.

En España, el descuento mínimo para que sea efectivo ha de ser de 1.500 euros, según José Manuel Machado, presidente de Ford España. Incluso las marcas que resultarían menos beneficiadas por el Prever se han sumado al empeño. Para el director general de Honda en España, Marc Serruya, los incentivos a la compra "tendrían también un efecto positivo inducido en el mercado al aumentar la confianza de los consumidores". Según Phil Popham, director general de Land Rover, "devolvería la ilusión al consumidor". Nissan y General Motors también se decantaron por un Prever mixto.