La lista de los autoproclamados competidores del iPhone es larga, pero el precio del terminal --en buena parte, porque van a ser las operadoras las que financien la mayor parte del coste-- ha puesto mal las cosas a la competencia del teléfono de Apple. Y es que Steve Jobs se decidió a revolucionar la telefonía al abrir el software para que multitud de programadores doten al terminal de muchas otras funciones.

La capacidad de actualizar el iPhone es, según los usuarios, "como tener teléfono nuevo cada seis meses". Las estrategias de los competidores no se han hecho esperar. Nokia ha lanzado una iniciativa para convertir su sistema operativo Symbian --que compartía con otros fabricantes-- en una fundación que abra el código. La iniciativa sería rival de la Open Handset Platform que lidera Google.

INVERSIONES Pero detrás de la jugada del primer fabricante mundial hay algo más que el altruismo. Nokia paga cada año más de 250 millones de euros en licencias, un poco menos de los 264 millones que le va a costar absorber Symbian. Y necesita algo más fácil y asequible para popularizar más sus aplicaciones y competir con las operadoras.

Quien tampoco tira la toalla es Microsoft. El anuncio del lanzamiento del iPhone hizo que los directivos de la división de Mobile recordaran que con la última versión de su Windows Mobile se han hecho teléfonos como el HTC Touch, con pantalla táctil, o el Xperia, con teclado físico completo, que lanzará Sony Ericsson a final de año. "A Microsoft, la presión de Nokia y Google le va a llevar a recortar los precios de sus licencias, que estimamos en una cifra relativamente alta de 14 dólares por terminal", afirma Bonny Joy, analista de Strategy Analytics.

También Blackberry --a quien Apple ha puesto en su punto de mira porque quiere llegar a las empresas-- acaba de anunciar su Bold, un terminal de gama alta más plano, más redondo y con teclado que incorpora wi-fi, GPS y recoge el esfuerzo de RIM por integren mejor el ocio.

Y Google se lo mira. Su modelo Android, que será gratuito, dará sus frutos a final de año, con los primeros terminales anunciados por HTC y LG. La apuesta de Google es similar a la del PC: dar gratis los programas para trufarlos de publicidad, y para ello estudian qué modelo aceptaría el usuario, acostumbrado a pagar conexiones a internet móvil a precio de oro.