Edad: 53 años.

Currículo: entró a los 15 años a trabajar en el banco central. Fue miembro del Partido Comunista y, a los 17 años, ya pertenecía a un sindicato. Lleva desde 1983 al frente de la federación de banca y es una de las tres personas más influyentes de CCOO.

No ignora que en CCOO mucha gente la llama la pija, pero María Jesús Paredes asegura que este apodo tiene que ver con su rechazo a la vieja imagen del sindicalista de mono azul y a su defensa del afiliado a CCOO más próximo al trabajador moderno y profesional, bien considerado por su empresa. En septiembre, tras 23 años al frente de la federación de banca de CCOO, sorprendió al líder de este sindicato, José María Fidalgo, anunciando su dimisión, que se materializará como efectiva el 19 de diciembre. Desde entonces ha suscitado toda clase de conjeturas.

--¿Cuál es el motivo para presentar su dimisión?--Lo esencial es que me vencía el mandato en marzo del 2009 y el sector de la banca y de las cajas de ahorros se encuentra en un momento de incertidumbre. Me parece un buen momento para que Chema José María Martínez, su sucesor en la secretaría general pueda gestionar estas incertidumbres financieras desde su inicio. También habrá el próximo año un congreso confederal en CCOO y Chema debe estar ahí para gestionar los cambios que se propongan.

--Existen rumores de que su dimisión proviene de una propuesta del PP para las listas electorales...--No sé de dónde han salido estos rumores. Niego que el PP me haya ofrecido nada, aunque también le digo que la independencia política es un rasgo distintivo de CCOO.

--¿Qué opinión tiene del PP?--Tengo la peor opinión del partido en el Gobierno y del partido en la oposición. Están embroncados por todo. Deberíamos volver a la grandeza del consenso y ni el PSOE ni el PP son capaces de reflejar lo que quiere la sociedad. Yo admiro a Tony Blair, que supo salirse del espectro de la izquierda tradicional o a Sarkozy, que ha dejado entrar en su Gobierno a personas de izquierdas.

--¿A qué se va a dedicar ahora?--A partir del 19 de diciembre me tomaré unas vacaciones. Pero no quiero convertirme en una prejubilada después de la fiesta de Reyes. No sé si me dedicaré al sector privado o al público. Tengo ofertas variadas, pero no en el sentido político que usted está pensando.

--En 23 años al frente de la confederación de banca de CCOO, ¿cuál ha sido el momento más doloroso?--Fue en 1983, cuando firmamos un convenio duro para fijar los horarios. Tuve una hija prematura y me sentí culpable como madre y como mujer. La alegría es que, ahora, mi hija se está examinando del MIR y espero que sea una excelente médico.

--¿Y el momento más feliz?--En 1980 desarrollamos toda la política de prejubilaciones y garantizamos que no habría expedientes de regulación de empleo salvajes. Logramos que las entidades gestionaran sus excedentes de plantilla a través de jubilaciones voluntarias.

--¿Cómo ve a CCOO?--Ha reforzado su independencia y busca la excelencia no como un acto sino como un hábito. Es una organización que se ha modernizado, que se ha adaptado a una sociedad más rica en matices. No es una organización partidaria por lo que alberga en su seno a los trabajadores en su pluralidad.

--Dicen que mientras ha dirigido CCOO-banca ha hecho un patrimonio millonario.--¿De qué se me acusa? Yo compré una vivienda en Boadilla del Monte (Madrid) tras vender otra anterior después de mi divorcio con Benito Lozano. Se me acusa de que mi pareja Francisco Baquero vendiera la suya en Moratalaz y comprásemos una en la playa. Se me acusa de adquirir otra en el centro de Madrid con un crédito al 65% del euríbor, como cualquier empleado de banca. Se me acusa de que mi padre me regalara una casa en la sierra, que tengo alquilada, y de haber apoyado a un joven cocinero en un restaurante, hipotecando mi casa de Boadilla, al que le han dado una estrella Michelin. En definitiva, se me acusa de no ser una cartuja con voto de pobreza, castidad y obediencia.

--¿Pero no le parece demasiado patrimonio para la media de las familias?--En estos 37 años he hecho un patrimonio como la media de los españoles, que lo han multiplicado por cinco. Si hay algo ilícito en ello sugiero que se me lleve a los tribunales, pero no defiendo el sindicalismo nostálgico de cuanto peor mejor.

--¿Y un sueldo como el suyo puede soportar esa deuda?--Se pueden pagar 600.000 euros en hipotecas con el sueldo de mi pareja y el mío, 40.000 euros cada uno. Además, con las pensiones de orfandad de los hijos de Paco, con el alquiler del piso de la sierra y con las dietas que paga mi expareja a mis hijos. Se me está acusando de haber ahorrado y haber gestionado bien mi patrimonio durante 37 años.

--Entonces, ¿de dónde pueden provenir las sospechas sobre un enriquecimiento ilícito?--Se trata de una campaña de linchamiento político. Todo surge a raíz de que una publicación económica especula sobre que el PP quiere incluirme en sus listas electorales. Eso proviene de que yo defiendo que CCOO no debe ser nunca la gama blanca de ningún partido, sea el PSOE o IU.