El estrepitoso hundimiento de Martinsa-Fadesa, la mayor inmobiliaria española por valor de activos y cartera de suelo, propagó ayer en los mercados el pánico a nuevas insolvencias en el sector. El Ibex 35 llegó a perder más del 4%, con las constructoras y los bancos como principales afectados, aunque logró cerrar con un descenso del 2,55%.

La caída del petróleo (nueve dólares, hasta los 135), la depreciación del euro y los buenos resultados de Johnson and Johnson favorecieron una recuperación de Wall Street que permitió frenar la sangría en Madrid. Con todo, los 11.151,6 puntos del cierre sitúan el indicador en su nivel más bajo desde junio del 2006 y con un descenso del 26,55% en el 2008.

Sacyr, que hace unos meses fue objeto de rumores sobre su situación financiera, fue la gran perjudicada de la jornada, con un descenso del 8,4%. También presentaron elevados números rojos otras constructoras, como Ferrovial (7,4%), Acciona (4,2%), ACS (4%) o FCC (3,8%). En el mercado continuo, Colonial --la otra gran inmobiliaria española, al borde del concurso de acreedores hace unos meses-- cayó el 11,6%. El Banco Popular sufrió el impacto de ser la única entidad financiera acreedora de Martinsa que cotiza (el resto son cajas), y se desplomó el 5,6%.

PROCESO EN MARCHA El proceso judicial del concurso voluntario de acreedores (antigua suspensión de pagos) echó a andar ayer, al pedirlo Martinsa en el juzgado de lo mercantil de A Coruña. El juez debe decidir si lo admite a trámite y si lo acepta como voluntario.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó ayer que el Ejecutivo está estudiando las vías para "mitigar" los efectos de la "suspensión" de la empresa y para "atender" a los trabajadores. Esta afirmación choca con las posiciones del vicepresidente económico, Pedro Solbes, quien siempre se ha mostrado contrario a intervenir para salvar empresas en crisis, postura que comparte la oposición.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, confirmó ayer que, a su juicio, el Estado no está para resolver los problemas de "cualquier empresa que pudiera tener un problema". El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, criticó como "muy arriesgada" la compra de Fadesa por Martinsa en el 2006, una operación que explica gran parte de la deuda de la inmobiliaria (2.579 millones de los 5.100 millones).

"UN DESCALABRO" El hundimiento de Martinsa ha dado pie a las empresas del sector para redoblar las demandas de ayuda a la Administración. El presidente de la Asociación de Promotores y Constructores (APCE), Guillermo Chicote, solicitó al Gobierno y a la banca una reunión para evitar nuevas suspensiones de pagos. A partir de septiembre, dijo, puede darse un "auténtico descalabro".

El G-14 --lobi inmobiliario que preside Fernando Martín (ayer renunció)-- culpó de la crisis a la falta de liquidez en los mercados, y pidió ayuda al Ejecutivo y a la banca. Recordó que el sector aportó en la última década la quinta parte del crecimiento, un cuarto de la inversión y uno de cada tres empleos.