Los mercados tuvieron una nueva jornada volátil en la que el Ibex, que escaló hasta los 8.400 puntos en la apertura, se desinfló para acabar con un ligero avance del 0,3%. Gracias a la resistencia de los blue chips que, a excepción del BBVA, lograron aguantar el tirón de las ventas, el selectivo se mantuvo alcista, a contracorriente de sus homólogos europeos, que cerraron en rojo. El Brent bajó hasta los 51 dólares y el euro marcó un cruce de 1,327 frente a la divisa estadounidense.

El inicio de la temporada de presentación de resultados no sentó bien en el parquet neoyorquino, donde las perdidas se agolparon en la apertura. No se produjeron sorpresas positivas. A ambos lados del Atlántico, el sector financiero volvió a estar en la picota después de que varios reconocidos gurús discreparan sobre su salud. Así, mientras Soros afirmó que el sistema bancario de EEUU es "básicamente insolvente", Mike Mayo, de Calyon Securities, rebajaba su recomendación sobre un gran número de entidades grandes y regionales a vender desde infraponderar, al considerar que muchas de ellas están en riesgo de sufrir la quiebra. Tampoco ayudó la filtración de un documento del FMI en el que se afirma que las deudas por activos tóxicos pueden ascender a 4 billones de dólares, una cifra mayor de la prevista.

En Europa, este sector fue el más castigado. Fortis (-6%), Aegon e ING (-5,6%) engrosaron la lista de los valores más bajistas de la sesión; en España, el BBVA siguió la misma línea, al perder el 1,56% después de que JP Morgan rebajara su precio objetivo. El banco fue el único de los grandes valores españoles que terminó en negativo. Así, Iberdrola ganó el 1,45% y Repsol, el 1%; mientras que el Santander repuntó el 0,51% y Telefónica, el 0,13%.

Las mayores subidas fueron para REE (+3,73), Telecinco (+4,95%) y Criteria (+4,49%). Destacaron en el furgón de cola Abengoa (-3,32%) y BME (-2,61%). Iberia y Cintra repitieron cambio.