No fue un buen día ayer para el principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35. En una jornada de retrocesos generalizados en Europa, el selectivo español cedió el 2,26%, su mayor caída en un mes, lo que le llevó a perder el nivel de los 9.300 puntos. El índice de referencia de dejó 214,7 enteros y se colocó en 9.283,2 puntos, de forma que redujo al 0,95% las ganancias acumuladas desde principios de año.

El selectivo español --donde 33 valores acabaron en pérdidas y los dos restantes en tablas-- mostró la peor evolución entre los principales índices europeos, ya que el DAX de Fráncfort cerró con una caída del 1,86%, en tanto que el CAC 40 de París bajó el 1,64% y Londres, el 1,16%. La caída del 1,25% de Wall Street determinó la apertura a la baja de la bolsa española, que se aproximaba al nivel de 9.400 puntos con un descenso cercano al 1% en los primeros compases de negociación.

A pesar del esperado plan de reforma del sistema financiero estadounidense y de las recomendaciones de compra de los bancos españoles, la bolsa no fue capaz de mantener los 9.400 puntos, arrastrada también por la evolución de las plazas europeas. La ampliación de capital de Iberdrola no sentó bien en el mercado, como los malos resultados de FedEx y los datos de inflación estadounidense de mayo (el índice general subió el 0,1%, mientras que cayó el 1,3% en tasa interanual), que perjudicaron al selectivo español.

La indefinición de Wall Street, que al cierre de los mercados en Europa estaba prácticamente plana, no ayudó a las bolsas europeas a decantarse por limitar las pérdidas en la última parte de la sesión.

Entre los pesos pesados del mercado español, solo Telefónica consiguió esquivar las pérdidas al cerrar en tablas, en tanto que los dos grandes bancos, el Santander y el BBVA, retrocedieron el 1,01% y el 3,17%, respectivamente. Iberdrola se desplomó el 6,09% debido al precio inferior de los títulos en la ampliación de capital.