La mayoría de los contratos hipotecarios cuentan en la actualidad con unos topes, aunque los préstamos sean de interés variable. En general, éstos se sitúan entre el 3% y el 4% en la banda baja y el 10% en la alta, según fuentes de entidades financieras. En todo caso, el suelo que se establece suele tener un margen más reducido. "Estos suelos y techos que ponen las entidades siempre van a su favor", dice un portavoz de Ausbanc, que aconseja negociar con el banco para "mejorarlos".