Dice la costumbre y la historia que octubre no es un buen mes para la bolsa. Pero la crisis ha dejado las rutinas patas arribas y el décimo mes ha sido este año gozosamente comprador, aunque de más a menos. El Ibex 35 se ha revalorizado el 3% en los últimos 30 días.

Bien, es menos de lo que han crecido la mayoría de los índices europeos y estadounidenses. Pero con una economía que se recupera más lentamente que el resto, no se puede aspirar a mucho más.

El mes, con todo, deja una regusto agridulce en el ánimo de los inversores. La última semana, en la que el selectivo español se dejó el 1,02%, ha habido vértigo ante la posibilidad de haber comprado demasiado, teniendo en cuenta lo incierto de la recuperación y lo ambivalente de las perspectivas empresariales. Pero también indecisión, porque muchos valores siguen pareciendo baratos y la renta variable, la opción más rentable.

Así las cosas, el mercado precisa una cucharadita de jarabe de certidumbre. Y los focos apuntan hacia la semana que viene, que puede marcar el devenir de noviembre. El martes, las elecciones legislativas de Estados Unidos dilucidarán la fortaleza de Barack Obama y el apoyo a sus reformas. Y el miércoles, la Reserva Federal resolverá el misterio que mantiene a los mercados durante los últimos días bajo el cartel de "en transición": el alcance de su nuevo paquete de ayudas para reactivar la economía.

En cualquier caso, la evolución del Ibex 35 en lo que resta de año va a depender en gran medida del Santander y el BBVA, ya que suponen el 35% del selectivo. Informes negativos sobre la banca española y rumores de inminentes ampliaciones de capital tienen a los dos valores bloqueados desde hace tiempo. La última semana se han dejado más del 3%, a pesar de presentar unos buenos resultados. Los valores más destacados ayer fueron Telecinco (6,92% de alza), que se benefició de la autorización de Competencia para fusionarse con Cuatro, e Iberia (2,53% abajo), donde hubo recogida de beneficios.