La bolsa ha subido tanto este año que ahora sufre de vértigo. El Santander fue ayer su víctima. El mayor banco de la eurozona prevé ganar este año tanto o "ligeramente más" que el pasado, y su beneficio hasta septiembre es de 6.740 millones de euros, apenas el 2,8% menos que hace un año y bastante inferior al -4,5% del primer semestre. Los inversores, sin embargo, penalizaron a la entidad con un descenso de la acción del 3,44%.

El mercado ya no se conforma con que se cumpla lo previsto: quiere que las entidades superen las expectativas para retomar las compras. Esta exigencia se extiende a todos los bancos, que han presentado sólidos resultados en las últimas semanas, pero que ayer sufrieron fuertes caídas en bolsa: Banesto (-3,6%), Popular (-3,13%), BBVA (-2,33%), Sabadell (-2,01%) y Bankinter (-1,69%).

PRECAUCION Si el foco se pone en los cinco grandes de la banca española --Santander, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y Popular--, se observa que el beneficio conjunto ha caído el 9,9%, hasta los 13.602,5 millones. El negocio no ha ido mal y la caída responde sobre todo al fuerte incremento de las provisiones para afrontar los impagos (6.000 millones de euros), lo que muestra que las entidades prevén un 2010 muy difícil, algo que también pesa sobre el ánimo de los inversores.

De hecho, y al contrario de lo que hizo en la víspera su homó- logo del BBVA, el consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, pintó ayer un panorama todavía oscuro. España, dijo, se va a recuperar más lentamente que otras de sus áreas de negocio y es la "principal amenaza" para los márgenes del banco. El año que viene, añadió, será "complicado para la banca nacional", aunque no es ni probable ni deseable que se produzcan quiebras de entidades.

Ante este panorama, el Santander va a destinar los 2.247 millones que ha ingresado en las últimas semanas en plusvalías extraordinarias (canje de emisiones, compra de titulizaciones y salida a bolsa de su filial de Brasil) a reforzar el balance.

Su capital básico, que en el tercer trimestre pasó del 7,5% al 7,7%, se va a elevar hasta el 8,4%. Además, la cobertura de los inmuebles adquiridos para evitar la pérdida del crédito pasará del 15% al 25%. El colchón de las provisiones para afrontar la mora crecerá de los 16.619 millones de septiembre a los 18.019 millones (7.469 millones en genéricas), con lo que su peso sobre los activos de dudoso cobro crecerá del 73% al 79%.

MORA FRENADA Su morosidad apenas creció de junio a septiembre (del 2,82% al 3,03%) y sigue entre las más bajas del sector. En España (del 2,72% al 2,98%), el grupo ha rebajado su previsión unas décimas y estima que acabará el año en torno al 3,3%. Si bien, advirtió Sáenz, la mora seguirá creciendo "al menos" hasta mediados del 2010.

El directivo descartó hacer compras, apuntó que el banco revisará antes de final de año su política de remuneración siguiendo el consejo que dio a todo el sector el Banco de España, y mantuvo que el grupo prevé ganar peso en España a costa de las cajas en los próximos años.