El presidente de la firma valenciana de supermercados Mercadona, Juan Roig, advirtió ayer de que la crisis no ha acabado y vienen "tiempos muy duros" para la economía española. La empresa optó hace ahora 18 meses por dar un "volantazo". "Nos habíamos acostumbrado a vivir en la abundancia", explicó Roig. "No fueron decisiones fáciles, pero si nos hemos equivocado hemos rectificado", añadió. La firma redujo el número de referencias de sus lineales (irritando a algunos proveedores) y prescindió de "todo aquello que no aportara valor" en sus productos (envases, vidrio...) Pese al escepticismo de los expertos, los resultados acompañan: consiguió subir la facturación un 1%, hasta los 15.505 millones de euros, y obtuvo un beneficio de 270. Roig se mostró "muy satisfecho" por los resultados del 2009, pero cambió radicalmente de cara al hacer un análisis de la situación y de las perspectivas para el presente año. "La que nos viene encima es gorda. ¿Cómo pueden ayudarnos las administraciones? Estándose quietas", afirmó.