La cancillera alemana, Angela Merkel, ha convocado a los ministros de Economía y de Finanzas, a los estados regionales, a los sindicatos y a los responsables europeos de Opel para analizar las posibilidades de ayudar a esta filial de General Motors ante la caída de ventas de automóviles por la crisis mundial. La reunión se celebrará mañana, según avanzó la responsable del Gobierno alemán.

Merkel, invitada a la cumbre del G20 en Washington, dijo que había convocado a los responsables del fabricante tanto en el país como en el resto de Europa y a las centrales ante la llamada de auxilio que había enviado Opel el pasado viernes. La cancillera no descartó que sea necesario articular algún tipo de ayudas públicas para la marca.

En la edición de la revista Focus que sale mañana, se explica que Opel está reclamando 2.000 millones de euros para hacer frente a la crisis de la marca y para mantener a los 25.000 trabajadores que emplea solo en Alemania.

La idea barajada por el Ejecutivo es que el Gobierno federal aporte el 50% de las ayudas a través de garantías para un préstamo y los länder o gobiernos regionales de Hesse, Renania del Norte-Wesfalia, Renania-Palatinado, y Turingia se repartan los otros 1.000 millones de euros.

El problema que le preocupa a Opel, además de la caída de ventas de automóviles, es la repercusión de una posible quiebra de General Motors en EEUU, casa matriz de Opel. Segun Der Spiegel, la quiebra de General Motors sería dramática para la filial alemana. Opel podría cerrar una de las sedes que tiene en el oeste del país. El Ministerio de Finanzas alemán se ocupa de coordinar esta iniciativa.