Microsoft se dispone a litigar durante años con Europa, para librarse de la multa récord --497 millones de euros, casi 83.000 millones de pesetas-- que le impuso la semana pasada la Comisión Europea por abusar de su casi total monopolio del mercado mundial de sistemas operativos para ordenadores. Pero esta causa no es el único problema que pende sobre el gigante informático, que con su tamaño y sus enormes recursos financieros pisa continuamente a sus competidores.

Entre los problemas legales de la compañía de Bill Gates destaca otra investigación de la Unión Europea, que revisa las quejas de sus competidores relacionadas con la versión Windows XP de su sistema operativo. Según estas acusaciones, Microsoft ha diseñado el XP con el objetivo de ampliar su dominio en mercados nuevos, como los de mensajes instantáneos y la telefonía móvil.

Registros

En Japón, las autoridades comerciales registraron en febrero las oficinas de la empresa, que se halla bajo sospecha de haber violado las leyes antimonopolio al imponer condiciones muy restrictivas para cerrar sus contratos con los fabricantes de ordenadores. Para capear el temporal nipón, la compañía asegura que ha eliminado ya las condiciones más polémicas de sus contratos, y promete cooperar con las autoridades.

Pero los problemas aparecen incluso en casa. En EEUU, Microsoft está a la espera de la apelación que presentó contra las sanciones que le impuso un tribunal federal en el 2002, tras cinco años de litigio con el Gobierno. Las autoridades estadounidenses acusaron a la compañía de violar las leyes antimonopolio al incluir su navegador --Internet Explorer-- en el sistema operativo Windows para cortar el paso a Navigator, el navegador de internet de Netscape, rival de Microsoft.

En el estado de Minnesota, la compañía de Gates está acusada de haber cobrado de más a un millón de residentes o empresas entre 1994 y 2001. Se trata de una repetición de demandas similares vertidas contra Microsoft en nueve estados y en la capital federal, Washington D.C., que se cerraron cuando la empresa aceptó pagar a sus demandantes 1.240 millones de euros.

Tampoco faltan demandas contra el gigante informático a título privado, como la presentada por RealNetworks. Esta compañía, con sede en Seattle, acusa a Microsoft de monopolizar ilegalmente el campo de los medios digitales, al incluir su Windows Media Player en su sistema operativo, algo que la empresa de Bill Gates rechaza.

Acostumbrada a lidiar con las acusaciones y quejas de sus rivales, Microsoft ha puesto ya manos a la obra para conseguir todo el apoyo posible ante el castigo de la Comisión Europea, una cifra que, con ser la multa más alta impuesta hasta ahora, no pasa de ser calderilla para la empresa que lidera Bill Gates, que dispone de más de 43.800 millones de euros en efectivo e ingresa 6.600 millones de euros anuales.

Rechazo a las sanciones

La prioridad para la empresa de Gates está en atar en corto al Gobierno de EEUU, a quien acudió en busca de apoyo nada más conocer la decisión europea. En Washington, las puertas se abren ante Microsoft, cuyo potente lobi invierte cinco millones de euros anuales en promocionar su causa. Un total de 15 senadores y miembros de la Cámara de Representantes, tanto republicanos como demócratas, han mostrado ya su enérgico rechazo a la multa de la UE.

"Me temo que EEUU y la UE se encaminan hacia una nueva guerra comercial, en la que la decisión de la Comisión contra Microsoft no es más que el primer tiro", arremetió el senador Bill Frist, líder de la mayoría republicana en el Senado. "Esta decisión no es más que otro ejemplo de cómo la UE ataca a una industria de EEUU y a la política que apoya nuestro crecimiento económico", coincidió la senadora demócrata por Washington, Patty Murray.

Microsoft iniciará su contrataque ante la UE bajo un buen presagio, ya que esta misma semana ha llegado a un acuerdo con Sun Microsystems, el líder entre sus competidores de Silicon Valley que instigó la demanda europea contra la empresa de Gates en 1998. Microsoft se comprometió a pagar 1.322 millones de euros a Sun para cerrar las demandas que le había presentado por conducta monopolística y violación de patentes. Con ello, ambas empresas sellan la paz durante una década, el tiempo que Microsoft necesita para hacer frente a sus problemas en Europa.