Después de tres años y medio de feroz resistencia, Microsoft se rindió ayer ante la Unión Europea (UE) y aceptó facilitar los códigos técnicos para permitir la interoperatividad de los programas de la competencia con la plataforma Windows. El gigante norteamericano reconoció su derrota y anunció que renunciaba a recurrir la demoledora sentencia del Tribunal de Justicia de la UE del pasado 17 de septiembre, que respaldó las medidas impuestas por la Comisión Europea para corregir sus prácticas comerciales ilegales.

"Estos cambios en las prácticas empresariales de Microsoft afectarán profundamente a la industria informática. Las repercusiones empezarán ahora y continuarán en los años venideros", aseguró ayer la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, al anunciar que Microsoft se plegaba a sus exigencias. "Es una victoria para el consumidor, que dispondrá de productos mejores y más baratos", añadió Kroes, después de "lamentar" que Microsoft haya tardado tanto en acatar las medidas.

´SOFTWARE´ LIBRE Microsoft, que controla el 95% de los sistemas operativos de los ordenadores y más del 70% de los servidores de grupos de trabajo, facilitará todos sus códigos técnicos necesarios para la interoperatividad a las otras compañías, incluidos los programadores de software libre. Esto permitirá la aparición de programas innovadores plenamente compatibles con los sistemas de Windows, señaló Kroes.

La compañía norteamericana ha aceptado que los programadores de software libre solo tengan que efectuar un pago único de 10.000 euros por esa información técnica, en lugar del canon del 2,8% de los ingresos anuales que pedía. Microsoft también ha tenido que reducir drásticamente el coste de la licencia mundial (con inclusión de sus patentes) para la utilización de sus códigos por parte de las firmas comerciales, hasta dejarlo en el 0,4% de los ingresos del producto. Inicialmente, Microsoft reclamaba un pago por esa licencia del 7% de los ingresos.

BAJO VIGILANCIA Kroes destacó que la compañía norteamericana está obligada a actualizar la información técnica que facilite a medida que los programas vayan evolucionando. La Comisión Europea vigilará el comportamiento futuro de Microsoft e impondrá nuevas sanciones diarias si se producen nuevos abusos. Asimismo, Kroes indicó que estudiará cualquier queja que se presente contra el gigante.

Kroes reveló que el acuerdo final se fraguó en un pequeño restaurante holandés al que asistieron representantes de la Comisión Europea y del gigante informático norteamericano.