El ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, celebró ayer la mayor flexibilización del pacto de estabilidad y se congratuló de que por fin se hayan tomado consideraciones económicas a la hora de interpretar sus reglas. Por su parte, la Confederación de la Industria Alemana recibió con escepticismo la reforma, pues teme que conceda un pretexto a los estados para no abordar ajustes.

"Lo que la prensa llama una reforma del pacto de estabilidad, nosotros preferimos verlo como una evolución", puntualizó ayer Joaquín Almunia para salir al paso de las críticas. Los sectores más partidarios del rigor temen que las nuevas reglas animen a muchos políticos a hipotecar con fines electoralistas a sus países. No es ésta la opinión de Almunia, para quien "la experiencia de los cinco primeros años de la UEM" da pie a "mejorar el marco de gobernanza económica para generar crecimiento y estabilidad".

Las propuestas de reforma serán debatidas el 10 y el 11 de septiembre por los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro.