Monte Porrino, principal referente en la producción de ibéricos de calidad en Extremadura, presenta en la Feria Internacional Ganadera de Zafra la excelencia de sus productos. "No lo dicen nosotros, lo dicen nuestros clientes. Nuestros productos destacan por su sabor. Quien prueba nuestro jamón siempre repite. Hacemos ibérico y sólo ibérico", indica Miguel Angel Chaparro, director comercial de Monte Porrino.

La cooperativa de Salvaleón se ha ganado con el tiempo un lugar preferente entre los profesionales del ibérico. Ofrece una calidad suprema y su principal objetivo es lograr todavía más calidad para los consumidores.

A los estrictos controles que ya de por sí realizan los técnicos de Monte Porrino hay que unir los de la Denominación de Origen Protegida Dehesa de Extremadura y las exigencias de la Norma de Calidad del Ibérico.

Portugueses, italianos e ingleses ya conocen las maravillas de los frutos de la dehesa extremeña que Monte Porrino elabora con mimo.

Todos los productos de la cooperativa se realizan siguiendo las técnicas más ancestrales, pero con los controles sanitarios más rigurosos. En todos los productos Monte Porrino se refleja la tradición artesanal de los antepasados de los fundadores de la cooperativa. Calidad, sabor y estilo casero no están reñidos con el empleo de la más avanzada maquinaria y los rigurosos controles.

La dehesa extremeña es el espacio donde los cerdos ibéricos de Monte Porrino se crían en total libertad, mientras se alimentan de bellotas y pastos naturales. Monte Porrino elabora unos lomos y lomitos que se consideran auténticas ´delikatessen´ por los amantes de los productos exquisitos. Un guiso a base de ajo y pimentón de la Vera son algunos de los secretos de su sabor inigualable. Los morcones ibéricos se hacen con las carnes más selectas y siguiendo un proceso de curación muy lento.

Caso aparte son las paletas ibéricas de bellota cuyo corte de color rosa al rojo púrpura son reflejo de la calidad lograda en su elaboración. A la máxima categoría pertenecen los jamones ibéricos de bellota, avalados por DOP, en la cumbre del placer gastronómico.