El ministro de Industria, José Montilla, recalcó ayer en el Senado la necesidad de fijar reglas comunes en el sector energético europeo y aseguró que, mientras, es "preferible" defender los intereses estratégicos del país y apostar por fusiones amistosas.

Montilla advirtió de que, si no se corrigen los "desequilibrios" entre los mercados energéticos europeos, la actividad se podría concentrar "en unos pocos operadores" sin que ello suponga mejorar la competencia.

Las declaraciones del ministro se produjeron el día después de que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, reclamara una actuación de la UE contra el nacionalismo económico y contra la compartimentación del mercado europeo de la energía. Montilla consideró que esas peticiones responden más "a deseos que a la realidad".

En respuesta a una pregunta del Grupo Popular, afirmó que determinadas firmas energéticas de Francia, Italia o Alemania mantienen "importantes ventajas competitivas derivadas de posiciones dominantes o cuasi monopolísticas". Según Montilla, "si no se corrigen esos desequilibrios, podríamos estar construyendo un mercado europeo de concentración en unos pocos operadores sin que eso redunde en una mayor competencia".

"FALTA DE ARMONIZACION" El ministro recordó que la mayoría de los países europeos "mantienen el control de sus principales empresas". Además, reiteró la "falta de armonización y reciprocidad, y la asimetría" entre los distintos mercados energéticos que existen en la UE.

El Congreso convalidará hoy el decreto ley para reforzar las competencias de la Comisión Nacional de Energía (CNE) y que han provocado la amenaza de sanciones de la Comisión.

Italia abandonó ayer por falta de apoyos su idea de una declaración contra el nacionalismo económico francés. Roma critica a París por promover una fusión de la pública Gaz de France con Suez para neutralizar una posible OPA de la italiana Enel.