El precio de la vivienda podría caer un 5% el año próximo y estabilizarse posteriormente, si desciende de forma moderada la demanda de nuevos inmuebles, según apunta un estudio del banco de inversiones estadounidense Morgan Stanley. La entidad calcula que esta caída podría mantenerse durante el 2008 y el 2009, si persiste el descenso de la demanda.

El banco, que analiza distintos escenarios, prevé una reducción de la demanda de las 760.000 nuevas viviendas actuales a unas 475.000; es decir, un 40% para el 2009, que se traducirá en un descenso de la actividad constructora. El estudio ve posibles otros escenarios de descensos en la actividad del sector de la construcción de entre el 20% y el 70%, pero que se traducirían, respectivamente, en un alza de precios del 5% o un descenso también del 5%. La caída del 5% que predice el informe implicaría un "aterrizaje brusco", del que el sector de la construcción tardaría una década en recuperarse.

Una de las consecuencias sería la desaceleración del mercado hipotecario, con grandes caídas en los préstamos a las inmobiliarias para los dos próximos años. En las hipotecas individuales, sin embargo, no comenzarían a notarse de modo significativo los efectos hasta el año 2009, según el estudio. Esto tampoco tendría un efecto relevante en los resultados bancarios porque solo suponen el 12% del negocio.

FACTORES SOCIALES Morgan Stanley establece que la elevada demanda de los últimos años (entre 550.000 y 650.000 viviendas nuevas anuales) se debe no tanto a la inversión especulativa como a factores demográficos y sociales. Entre ellos, el banco de inversiones menciona la inmigración (entre 100.000 y 150.000 viviendas), el crecimiento de la población activa (200.000 viviendas anuales), el aumento de divorcios y matrimonios (100.000 viviendas) y las segundas residencias en la costa (entre 100.000 y 150.000 viviendas al año), que suponen una cifra de nuevas viviendas que oscila entre 100.000 y 150.000 al año.