Han sido la gran sorpresa. Los teléfonos móviles simplificados, pensados para mayores de 55 años, se han hecho con un hueco en el mercado entre aquellas personas que tienen dificultades con la tecnología, hasta el punto que el año pasado llegaron a ser el 15% de las ventas totales de terminales móviles suministrados por las operadoras, que son la gran mayoría. Al menos así lo ha experimentado Telefónica, que cuenta desde la semana pasada con dos nuevos terminales Fácil que se añaden a un catálogo de tres modelos.

Vodafone, que fue la pionera hace tres años con la serie Simply, mantiene actualmente tres modelos de los cinco que ha ido lanzando y que han llegado a suponer en algunos meses el 10% de las ventas de móviles de la operadora. Entre ambas compañías tienen en el mercado más de dos millones de teléfonos abreviados.

La llamada telefonía para mayores o simplificada se basa en la idea de reducir teclas y funciones, e incluso hacer los iconos más grandes en la pantalla, pero sin voluntad de ridiculizar a los usuarios. "Los mayores te piden un teléfono que no sea ´para viejos´, porque ante sus nietos, por ejemplo, no quieren dar la impresión de que se quedan fuera de la tecnología", explica Carlos de Torres, director de colectivos especiales de Telefónica Móviles.

LOS MENOS TECNIFICADOS Y es que aunque los mayores de 55 años son el colectivo que menos utiliza la telefonía móvil de toda la población, el porcentaje de usuarios de esa edad no es despreciable. El 74% de las personas entre 55 y 64 años usa el móvil, al igual que el 51,7% de los individuos entre 65 y 74 años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Eso no significa que sean personas con una alta instrucción tecnológica. En esas mismas franjas de edad, aseguran que "utilizan alguna vez el ordenador" el 31,7% y el 12,8%, respectivamente.

Pero para ellos, las operadoras han creado teléfonos especiales, con diseño propio o modificando algunos de los fabricantes. Los terminales Fácil de Telefónica --tres modelos de Nokia, uno de Motorola y otro de Samsung-- permiten enviar y recibir llamadas y mensajes cortos, y llamar al buzón de voz, pero pueden ir ampliando las funciones a medida que el usuario se desenvuelva con el aparato.

Los Simply de Vodafone, en cambio, cuentan con algunas teclas definidas pero fijas, porque la mayoría son terminales ya diseñados en exclusiva. La operadora admite que algunos usuarios ya veteranos de la serie comienzan a demandar funciones como la cámara de fotos, "no para enviar mensajes multimedios, sino para tenerlas o ponerlas de salvapantallas", asegura Fernando Dietta, director de segmentos de Vodafone España. Sin embargo, otras opciones de los móviles convencionales, como el acceso a internet, no las demandan.

"MAS AMABLES" Pero la sorpresa para los responsables de Telefónica ha sido que las ventas de este tipo de terminales no solo se realizan entre las personas más mayores, sino que gente más joven, y, en particular, las mujeres de más de 40 años, optan por ellos porque les parecen más orientados a voz y mensajes. Eso ha hecho que la compañía, desde el lanzamiento del producto hace un año y medio, haya colocado más de 1,5 millones de teléfonos Fácil en el mercado. "Tenemos clientes de entre 35 y 45 años, porque les resultan más amables", dice De Torres.

"El perfil es el de gente que no ha crecido con la tecnología, y tenemos más mujeres que hombres", explica Dietta. Ese poco interés por los gadgets hace que sean usuarios que renuevan menos el teléfono que el resto de clientes de las compañías.

OTROS COLECTIVOS Pero las operadoras no solo buscan atraer clientes con terminales que pueda entender cualquiera, sino que están desarrollando servicios para colectivos con dificultades concretas. Por ejemplo, Telefónica implantará en breve que los mensajes de texto se conviertan automáticamente en voz y como tales los reciba el destinatario. La compañía ha comenzado también un programa piloto de atención al cliente capaz de detectar automáticamente, dicen, a los usuarios más mayores para redirigirlos a un centro donde "se les habla más despacio y con menos tecnicismos", explica De Torres.