Tras los buenos resultados de JP Morgan el miércoles, los inversores esperaban mucho más de Goldman Sachs y Citigroup. Los datos no fueron suficientes para animar las compras, pero se impusieron a las noticias macroeconómicas de la jornada. Todo ello derivó en la recogida de beneficios en las bolsas europeas. El Ibex 35 terminó la sesión en los 11.849,7 puntos, el 0,18% a la baja.

La jornada empezó con ánimo, y las subidas iniciales permitieron que el selectivo del mercado español marcara el que habría sido un nuevo máximo anual por encima de los 11.900 puntos. El que el Dow Jones superara la víspera los 10.000 puntos (por primera vez en 12 meses) sirvió de apoyo a las subidas. Sin embargo, los resultados de Nokia fueron malos. Perdió 622 millones de euros en los nueve primeros meses del año, unas cifras peores a las previstas y que provocaron un descenso del 10% en sus acciones. Posteriormente, Goldman Sachs y Citigroup batieron las expectativas de los analistas, aunque sin alardes. Luego la inflación de la eurozona en septiembre se mantuvo estable en el -0,3%; el IFO alemán avanzó datos de recuperación de la primera economía europea, las peticiones de subsidio por desempleo en EEUU descendieron en 10.000 demandas, y solo el índice de la Fed de Filadelfia salió por debajo de las previsiones. Pero los mercados ya habían decidido tomarse un descanso en los 10.000 puntos del Dow Jones y se decantaron por los recortes.

Otro de los datos del día fue las reservas semanales de petróleo, que subieron en 400.000 barriles, pero que se vieron compensadas con la caída de 5,2 millones de barriles en los inventarios de gasolina y de 1,1 millones de barriles en los de refinados. El petróleo tipo West Texas reaccionó con subidas superiores al punto porcentual, mientras que el Brent llegó a los 73,6 dólares.

En el apartado empresarial, uno de los valores más destacados de la sesión fue el Santander, que terminó con un alza cercana al 1%.