La premura con la que están negociando el Gobierno y los agentes sociales convierte en materialmente imposible la consecución de un pacto cerrado de gran alcance. El nuevo guión con el que trabajan es el de una declaración inicial que recoja los objetivos en materia de reforma laboral, de pensiones y de negociación colectiva, así como en la política energética e industrial, como bases de un nuevo modelo productivo.