El Gobierno dobló ayer las pensiones de los 603 españoles que, de niños, fueron desplazados al extranjero para no sufrir los efectos de la guerra civil (1936-1939). 60 de ellos residen en España. Cada uno percibirá 6.090 euros al año y tendrá garantizada la prestación sanitaria.

Aunque la cuantía apenas supera los 507 euros mensuales, esta subida supone una mejora respecto a los 200 euros que cobraban de media y a los 100 euros que percibían, en muchos casos, estos españoles.

El coste de la medida no llega a 2,8 millones de euros. Se trata de una histórica reivindicación de los llamados niños de la guerra que, desde la transición, vienen reclamando a los sucesivos gobiernos que arreglen su precaria situación en Rusia, Georgia, Ucrania, Chile, México y Venezuela. El PSOE exigió la subida cuando estaba en la oposición pero el PP votó en contra.

PROMESA DE ZAPATERO Este incremento es fruto de una promesa que hizo José Luis Rodríguez Zapatero cuando visitó Moscú el pasado diciembre. El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, viajará el próximo lunes a la capital rusa para explicar al colectivo ésta y otras iniciativas --como el disfrute de los viajes del Inserso-- y entregarles fondos para realizar mejoras en la Casa de España.