El primer acto de la crisis de Nissan acabó ayer. En una reunión convocada a última hora del día anterior, comité y dirección de Nissan Motor Ibérica rubricaron un escueto documento con el acuerdo negociado en los últimos días para encontrar una alternativa a los 1.680 despidos. La multinacional aceptó convertir los despidos en un ERE temporal. Tras el cambio de estrategia de Nissan se encuentran dos expertos en reestructuraciones. Eri Nemoto y Jordi Dagà fueron altos cargos de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) con José María Aznar de presidente y Josep Piqué como ministro de Industria. Ambos participaron en las reconversiones de los astilleros públicos y la minería.

Así que, tras las gestiones de estos dos expertos, la compañía enviará a casa de forma permanente a 1.100 empleados --desde el jueves próximo y hasta el 31 de marzo--, y a un máximo de 3.500 operarios en los días de paralización de las fábricas. Los afectados cobrarán el 90% del sueldo hasta marzo mientras negocian con los sindicatos cómo salvar la fábrica de Barcelona. El Inem abonará el 70% del salario, a lo que se sumará un 20% del complemento prometido por Nissan. El 7 de enero se iniciará la negociación del "plan de futuro".

800 MILLONES Mientras, el Consejo de Ministros aprobó ayer un acuerdo por el que se distribuyen los 3.000 millones de euros del fondo especial del Estado para el estímulo de la economía. El sector de la automoción recibirá 800 millones. Y en EEUU, la Casa Blanca y el Capitolio estudian cómo salvar a Ford, General Motors y Chrysler de la bancarrota.