Detrás de los 1.680 despidos anunciados por Nissan en la fábrica de Barcelona no solo hay una caída en picado de las ventas, sino también una fuga de producción. La fábrica de la multinacional japonesa situada en Tailandia ha robado a la de la Zona Franca de Barcelona unos 40.000 vehículos del modelo Navara, que en estos momentos permitirían evitar el expediente de regulación de empleo para recortar el 40% de la plantilla.

En tan solo dos años, la planta de la compañía Siam Nissan Automobile situada en Bangna Trad, a 20 kilómetros de Bangkok, ha ido absorbiendo producción del todoterreno con carrocería pick up (camioneta), que antes fabricaba en exclusiva Barcelona. De las 30.000 unidades del 2007 se pasará este año a 39.000, según indicaron fuentes sindicales, que califican este trasvase de producción de "deslocalización".

ESTRATEGIA El grupo RenaultNissan mantiene una estrategia de apuesta decidida por la planta tailandesa, que ha recibido unas inversiones que algunas fuentes del país asiático cifran en 560 millones de euros en los últimos tres años. El resultado práctico de esa política es que Bangna Trad se ha convertido en un "centro global de exportaciones" del Navara, admite Nissan.

La capacidad de producción actual de 140.000 unidades, de las que se fabricarán este año 85.000, se ampliará a 180.000. En el caso del Navara, las exportaciones desde Tailandia aumentarán hasta llegar a 45.000 camionetas en el 2010.

PERDIDA DE COMPETITIVIDAD La compañía no habla de deslocalización, sino de pérdida de competitividad de Barcelona por la revalorización del euro frente al dólar. Durante el anuncio ante la prensa del mayor recorte de plantilla en Cataluña desde la crisis de Seat de 1993, el consejero director general de Nissan Motor Ibérica, Fumiaki Matsumoto, se refirió al cambio de la moneda europea frente a la estadounidense como uno de los puntos que han perjudicado a la planta catalana, además de la caída de las ventas.

Desde el 2006, Tailandia ha ido asumiendo la producción para unos 120 países del área de referencia del dólar en Asia, América y Africa. En cambio, Barcelona produce el Navara solo para los mercados europeos.

Un dirigente sindical apuntó que en el traslado también influyeron "los costes más bajos de la mano de obra en Tailandia", en una estrategia muy basada en el ahorro. Esta política ha llevado a que un 40% de los componentes del Pathfinder que se fabrica en Barcelona vengan de compañías de países low cost (bajo coste), en detrimento de los proveedores locales. Los sindicatos mostraron su sorpresa por la supuesta "pérdida súbita de competitividad de Barcelona", que hasta ahora ocupaba el tercer o quinto puesto de eficiencia de las plantas.