La convocatoria de cuatro días de huelga en la fábrica de Opel en Figueruelas forzó al futuro propietario de la compañía, el grupo austriaco-canadiense Magna, a mover pieza. Los sindicatos y Magna negociaban ayer a contrarreloj, con la mediación del Ministerio de Industria, un acuerdo para rebajar el recorte de plantilla a una cantidad próxima a los 1.000 o por debajo en lugar de los 1.300 iniciales, y la puesta en marcha de medidas no traumáticas como prejubilaciones y bajas incentivadas, según fuentes del sector. El fin es desbloquear la aportación de España a la ayuda.