Tras una huelga general que suavizó el denominado decretazo , la nueva ley sobre el desempleo entró ayer en vigor "gracias a la flexibilidad del Gobierno", según subrayó Eduardo Zaplana. El ministro de Trabajo se jactó ayer de haber aprobado el texto definitivo "con un amplio consenso político" --los votos del PP, CiU y Coalición Canaria (CC)-- y tras un debate intenso "que ha incluido el acercamiento a los agentes sociales".

Zaplana destacó la "predisposición razonable" de los sindicatos en la polémica que acompañó a la nueva ley. La nueva legislación comporta la desaparición del subsidio agrario para los nuevos jornaleros y la posibilidad por parte de los empresarios de reclamar al Estado el pago de los salarios de tramitación a partir de los dos meses del despido del trabajador, en los casos en que se demore la justicia.