Nueva Rumasa ha rechazado una "multimillonaria oferta" para vender la marca Cacaolat, integrada en el grupo Clesa, de su propiedad desde el 2007, según reconoció ayer el grupo. La compañía, que no estaba cerrada a vender empresas, optó por descartar el ofrecimiento "porque no presentaba las suficientes garantías de continuidad de los 400 puestos de trabajo de la fábrica de Barcelona", donde se producen los populares batidos. Según fuentes conocedoras de la operación, la ofertante era Schweppes, productor líder de tónica y en España dueña de marcas como la gaseosa La Casera o los refrescos sin burbujas Trina.

Cacaolat pertenece a la división de alimentación de Nueva Rumasa, conformando el Grupo Dhul Alimentación. Dentro de este se enmarcan empresas de lácteos como Clesa, la de productos refrigerados Dhul, las de chocolates Trapa y Elgorriaga, así como la de zumos Fruco o la de tomates fritos, cárnicos y conservas Apis, entre otras. Aunque el propietario es siempre el mismo, la familia Ruiz Mateos a través de distintas sociedades, las distintas compañías no consolidan contablemente "Hemos aprendido de la expropiación de Rumasa en 1983", dijo un portavoz.

En todo caso, las empresas de actividades alimenticias prevén sumar este año unas ventas de 472 millones de euros este año.

SIN GARANTIAS Fuentes de Nueva Rumasa no quisieron precisar el nombre de la empresa interesada en hacerse con Cacaolat, pero explicaron que el punto de desacuerdo fue el contrato de suministro que pretendía sellar. "El comprador se quedaba con una marca potente, pero no ofrecía garantías de que no se llevara la producción a otro sitio", afirmaron. Nueva Rumasa tiene ya más de 100 empresas que facturan 1.500 millones al año, todas propiedad de Ruiz Mateos, su esposa y sus 13 hijos.