Algo más de ocho años le ha costado a Ignacio Fernández Toxo poder pronunciar un discurso como secretario general de CCOO. Pero el que la sigue la consigue, no sin antes reconocer los apoyos que ha tenido de sus fieles dentro de la central y, principalmente, los de su mujer Juana y los de sus dos hijos Roy y Daniel. Ayer marcó el nuevo rumbo del sindicato, que se centrará en la pluralidad, en la descentralización del diálogo social y en la batalla que CCOO quiere dar en la "legión de microempresas", donde los trabajadores están más desprotegidos.

El reconocimiento de Toxo al apoyo de su familia apenas si tardó en salir a relucir en su discurso de investidura como nuevo líder de CCOO. Unas palabras que quizá se alargaron demasiado pero que contaron con la atención de los que le votaron y de los que no, en un congreso donde el traspaso de poderes se realizó sin sobresaltos a pesar de los escasos 28 votos que han dado la victoria a Toxo sobre el anterior secretario general, José María Fidalgo.

Los 43 miembros de la nueva ejecutiva --22 de Toxo y 21 de Fidalgo-- subieron al estrado del Palacio Municipal de Congresos de Madrid y se fusionaron en un solo equipo. Todos aseguraron ayer que no habrá fricciones.

INTEGRAR A TODOS Ahí se encuentra representado el sector crítico, a pesar de la marcha voluntaria de Agustín Moreno, a quien se le veía feliz porque la victoria de Toxo cerraba su etapa en el sindicato con "un broche de oro". Estaban Rodolfo Benito --que también aspiró a la secretaría general--, los apoyos de Toxo y también los miembros más sobresalientes del antiguo secretariado de Fidalgo como José Luis Sánchez, Salvador Bangueses o Javier Doz.

Es la primera vez en 13 años que se reúnen todos en una misma ejecutiva. El punto que ha hecho ganar a Toxo ha sido la apuesta por la pluralidad y por superar las capillas, en CCOO. Otra novedad es que el diálogo social estará descentralizado por federaciones y por autonomías.

CAMBIAR LA LEY Es el momento de cambiar la legislación sobre negociación colectiva, dijo Toxo. "Es el final del café para todos, de la receta única y la hora de buscar fórmulas adecuadas para cada sector", avisó. Para el nuevo líder de CCOO, el objetivo deben ser las microempresas y la estrategia, estar atentos a los cambios en el mundo laboral.

El Gobierno no tardó en felicitar al nuevo líder del sindicato. La primera fue la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Ayer lo hizo el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Toxo agradeció el detalle, pero aprovechó para manifestarles que "CCOO estará en el centro de las relaciones laborales y el trabajo en el centro de la sociedad".

Estos parabienes no impidieron a Toxo criticar al Gobierno por el escaso recorrido de la ley de igualdad, la precariedad laboral de los jóvenes, la "injusticia" de poner trabas a la reagrupación familiar de los inmigrantes, el déficit de haber reconocido tarde la crisis, la alta contratación temporal o la cicatería a la hora de subir el salario mínimo.

Toxo criticó también a las empresas y les avisó de que no aprovechen la crisis para recortar derechos sociales porque "se encontrarán con CCOO".

¿Y Fidalgo? Toxo tuvo para él palabras de agradecimiento ahora que, según dicen, puede que vuelva a ejercer como traumatólogo.