Ya dijo Barack Obama hace unos días que eran "vergonzosas" las multimillonarias primas que los ejecutivos de Wall Street se habían repartido en el 2008. Ayer, el presidente de EEUU dotó de contenido a sus palabras y anunció que limitará a unos 389.000 euros el sueldo de los ejecutivos que reciban a partir de ahora "ayuda extraordinaria" del Departamento del Tesoro. Podrán recibir incentivos en forma de acciones, pero solo cobrarán dividendos una vez que el Estado haya recuperado su dinero. Las medidas, al no ser retroactivas, no afectan a los más de 300 bancos que han recibido ayudas.