En su incansable tarea de explicar los pasos dados para recuperarse de la crisis econó- mica, Barack Obama recurrió ayer a las Escrituras en un discurso en la Universidad de Georgetown de Washington. Habló Obama de una parábola al final del Sermón de la Montaña en la que se explica la historia de dos hombres, uno que construyó su casa sobre la arena y otro sobre roca. Cuando la inevitable tormenta cayó, el primero perdió su hogar y el segundo, no. "No podemos reconstruir esta economía sobre el mismo montón de arena. Debemos poner nuevos cimientos para el crecimiento y la prosperidad", dijo Obama para ejemplificar el cambio de reglas que propugna en el modelo económico de EEUU.

Es decir: las medidas no solo tienen como objetivo sacar al país de la crisis, sino cambiar las reglas económicas y políticas para construir otro tipo de modelo de crecimiento que "pase de la era de tomar prestado y gastar, a la de ahorrar e invertir".

Obama coincidió con el presidente de la reserva Federal, Ben Bernanke, en que hay síntomas de mejoría pero admitió que el 2009 seguirá siendo un año muy difícil.

Mientras, General Motors y Chrysler anunciaron que revisarán miles de vehículos por defectos. Ambos compañías siguen con la amenaza de la bancarrota sobre sus cabezas.

Además, una posible ocultación de información a los accionistas coge fuerza y la presidenta de la comisión del mercado de valores de EEUU, Mary Schapiro, informó que la entidad está "revisando" la documentación que presentó Bank of America cuando compró Merrill Lynch.