La sobrevaloración de los precios de la vivienda en España se sitúa en torno al 30%, una tasa solo comparable a la del Reino Unido e Irlanda, según el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre la situación económica del país. El estudio advierte de que, pese a los buenos resultados económicos de los últimos 13 años, el crecimiento de España "continúa siendo desequilibrado".

La situación del mercado inmobiliario es indicativa de esa falta de equilibrio. En opinión de los autores del informe, si los precios de la vivienda solo reflejaran los fundamentos económicos, "tendrían que haber bajado de sus niveles actuales" en lugar de subir. En el 2006, aumentaron el 10% y el alza acumulada desde 1996 se sitúa en el 130%.

"Cada vez es más incierto saber si el aumento de los precios se puede mantener mucho más", indican. Sobre la evolución futura, reiteran que el largo periodo de subidas puede desembocar en una corrección, que podría producirse de forma paulatina y ordenada, aunque no descartan un ajuste más "abrupto", en el que los precios permanecerían varios años infravalorados. Incluso en caso de un "aterrizaje suave", la OCDE advierte de que puede tener "costes significativos" en toda la economía.

Incentivar el alquiler

El estudio señala que, pese a la existencia de algunos signos de "moderación" del mercado inmobiliario, la inversión de los españoles en la residencia supone un 9,2% del PIB, el alza de los alquileres se sitúa en el 10% anual y la deuda hipotecaria de las familias sigue "una trayectoria de alza excesiva". A juicio de la OCDE, la escasez del mercado de alquiler es el punto más débil.

Ante ello, la OCDE propone "suprimir" progresivamente las ayudas fiscales a la compra de vivienda para favorecer los incentivos al alquiler y moderar la presión de la demanda. También plantea mejorar la "seguridad jurídica de las relaciones entre propietarios e inquilinos" para contribuir a un uso "más eficaz" del mercado de alquiler.

También considera necesario corregir las dificultades de acceso a la vivienda de las familias con rentas más modestas así como de los jóvenes. La OCDE concluye que una "estabilización del mercado inmobiliario" --recuerda que los precios "se han doblado" desde 1998-- reduciría los riesgos macroeconómicos y los financieros.

La organización avisa de que en los próximos años puede producirse una "marcada desaceleración" del crecimiento de la producción, por una excesiva "demanda interior". Las subidas salariales por encima de la media europea y el diferencial de inflación con la zona euro son factores que la OCDE considera negativos para la mejora de la competitividad.

Valor y precio

El vicepresidente español Pedro Solbes, por su parte, replicó las previsiones de la OCDE. Tras indicar que en economía "hay que distinguir entre valor y precio", y que "el valor es el que la gente está dispuesta a pagar", dijo: "De momento, se está vendiendo a ese valor sin ninguna dificultad".