Aunque la crisis financiera tiene un impacto más limitado en Europa que en EEUU, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano Angel Gurría, dijo ayer en París que una rebaja de los tipos de interés por el Banco Central Europeo (BCE) "iría quizá en la buena dirección".

El BCE mantuvo a primeros de septiembre los tipos en el 4%, cuando se esperaba una subida, y su presidente, Jean-Claude Trichet, condicionó cualquier movimiento al retorno a la calma de los mercados y a una mejor evaluación de la repercusión en la zona euro de la crisis hipotecaria norteamericana. Preguntado sobre si la Fed (banco central de EEUU) debía seguir bajando los tipos, Gurría recordó que "los mercados han reanudado su tendencia al alza". Gurría defendió la decisión de los bancos centrales de inyectar cantidades masivas de capital para hacer frente a la falta de liquidez que causó la crisis de los créditos hipotecarios. "Hicieron lo que debían hacer, dando prioridad a la estabilidad", afirmó el secretario general de la OCDE. "Aunque pueda ser percibido como acudir en ayuda" de inversores imprudentes, una crisis de los mercados financieros podría afectar a la economía y a millones de personas. El representante de la OCDE relativizó la incidencia sobre las exportaciones de un euro fuerte porque la subida se ha producido de forma progresiva en los tres últimos años. Admitió que "será más difícil exportar con un euro a 1,40 dólares", pero añadió que los exportadores europeos han "absorbido el alza y en ciertos casos salen mejor parados" que con un euro más débil.

El mejor ejemplo de la afirmación de Gurría es la economía alemana, que bate récords de exportación con el euro fuerte. En Francia, en cambio, Nicolas Sarkozy batalla contra el euro fuerte, al que achaca parte de los males de la economía francesa.

Al margen de la evolución de los tipos y de la fortaleza de la divisa común, fuentes de las cajas de ahorros españolas auguraron ayer que, en la última parte del año, se asistirá a una "guerra por el pasivo" entre las entidades financieras, con ofertas de remuneraciones muy altas para la captación de depósitos, y, en paralelo, un encarecimiento y restricción de los créditos al sector privado.

"Si es más difícil captar fondos y te cuesta más caro, lo lógico es que los créditos que concedes tengan un tipo más alto", explican las mismas fuentes. Aun así, el beneficio de las entidades financieras se va a resentir, informa Rosa María Sánchez.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervy King, defendió ayer su polémica gestión. En la Cámara de los Comunes respondió de la operación de rescate de la entidad, que provocó el desplome de sus acciones y la retirada masiva de los fondos por los clientes. Fue acusado de haber intervenido demasiado tarde, informa Begoña Arce.